Permíteme que te lleve a lo más alto,
a que toques la mismísima Luna con las yemas de tus dedos
aquellos que dibujan lienzos por mi cuerpo,
aquellos que componen música por mis curvas
Déjame llevarte a lo más alto,
enseñarte que tenemos algo que nadie más tiene
Demostrarte que eres el centro de mi universo, que los
demás planetas te miran receloso de saber que eres el más grande
Bonita suerte la mía de encontrarnos aquella noche
Bonita suerte la mía de encontrar a esa persona
Bonita suerte la mía de que me iluminases con tu
sonrisa
Y apartaste la niebla que me rodeaba de un soplido,
y me llenaste de luz
me iluminaste cada recoveco que definía mi alma vacía,
hasta que decidió encontrarte
y llenarse por completo
decidiste surcar mis oleajes sin temor a naufragar
decidiste rascar la punta de mi iceberg sin miedo a
congelarte,
decidiste fundir todas mis escarchas a besos,
a candentes abrazos convirtiéndonos en uno
Y entonces sucedió lo imposible
Me convertí en una parte de ti,
me convertí en esa legaña mañanera,
en esa ojera que no se separa de tu mirada
me convertí en ese beso de buenos días que sabe a noche
agarrada a tu espalda
me convertí en ese sol que te da calor por el día
y en esa luna que te ilumina cuando cae la noche
me convertí en ese abrazo que consigue poner toda tu piel
en guardia,
y se hace braile solo para mí, para disfrutarla a
besos
y me convertí en parte de tu alma
sin darme cuenta, que ya nos pertenecíamos incluso antes de conocernos