Como Bonnnie and Clyde

Es como un pájaro
un pájaro alto, y con unas alas enormes
En las cuales me cobija,
día sí y noche también

Hacen de burbuja contra el mundo,
las abre,
las expande
y nos resguardamos debajo de ellas

Es nuestro particular mundo
nuestro pequeño caos

Sus preciosas plumas, forjadas de hierro hechas para detener tormentas
Y su gran altura para protegerme desde muy, muy lejos

Todo a medida, todo..

Perfecto 

Y me doy cuenta que no hay rincón favorito en este asqueroso planeta que en el que me cobijo con él
Que no hay maldita Luna, si no la ilumina con su sonrisa
Y que no me da la puta gana de oír silbar al viento si no le tengo susurrándome te quieros

La oveja negra

Se considera una oveja negra,

Un islote, al que ningún barco ha sido capaz de llegar intacto,

por el cual nadie se ha esforzado lo suficiente como para sangrar en el intento

Se refugia,

en su preciosa soledad, en sus oscuros recovecos

En la noche, en la luna, y sobretodo

se esconde en la maldita niebla..

Sin darse cuenta, que se ha metido de lleno en mi mundo,

sin darse cuenta que esa soledad me pertenece,

de esa niebla cubro mi mirada,

esos oscuros recovecos son mis ojeras y que,

esa Luna, es NUESTRA luna. 

Alumbrados por ella, nos descubrimos, dos ovejas negras en una misma oscuridad

dos camuflajes que no nos sirvieron de nada con el otro

dos máscaras que se evaporaron con la primera sonrisa, de oreja a oreja

Oreja

Y darte cuenta que esa oveja negra, es la cosa más bonita que has visto jamás 

bound to you

Y te das cuenta ,en aquel maldito reflejo

de cómo le miras

te das cuenta de la cara de estúpida que se te pone al contemplarlo

de lo bien que quedamos en ese marco, los dos

cada uno contemplando al otro, y llenándose el pecho 

Las sonrisas que se te escapan cuando te agarra la puta mano 

Y sientes esa electricidad, recorrer cada maldito poro 

Malditas chispas 

Y darte cuenta de que te lee como si fueses un libro,
interesante y contemplativo -me observa
Y yo me dejo observar, porque me atrapa
y ni si quiera hago el amago de querer huir, no me apetece

No me apetece si no es al fin del mundo y agarrada  a su mano