martes, 7 de enero de 2014

Y a estás alturas las llamaré tus sueños

A dia de hoy, dejo abierta mi ventana
De par en par, a ver si por casualidad el frío te trae a mí,por si algún dia te decides a venir volando hacia ella, colarte en mi cama y colmarme de mimos. 
De cosquis de arriba a abajo, de contemplarme dormida. De ni tan siquiera enterarme de que estás ahí,pero estás. Y el lado de mi cama seguirá caldeado cuando decidas regresar volando, y entonces lo sabré. Que estabas ahí digo, lo sabré. Y respirare hondo y profundo esa almohada en la que yaciste esa noche, impregnándome de tus olores, preguntándome por qué aún siguen ahí, torturándome poco a poco. Acaso quieren matarme? Pregunto. 
Pero no hay respuesta. Solo una ventana abierta de par en par, y una niña que se hace la dormida. 



Y que triste este Enero


Pasa lento. Suave. Inaúdito. Sin apenas hacer ruido. Simplemente va pasando. Rozándo nuestras gargantas. Cantándonos susurros de viento. Recordándonos a qué sabe la amargura del invierno. Sabe a tí. Eso está claro.
A frío. A lluvia. A humedad. Sabe a abrazos cálidos y a besos rotos. A lejanía, y a la vez a nostalgia. Sabe. Y deja de saber por minutos. Algún día no lograré recordar a qué sabe un invierno contigo. Me limitaré a acostumbrarme a uno sin tí.