en aquel segundo inconexo en que tus labios se posaron sobre mis párpados
quitándoles peso,
sumándonos alma
Me sacaste de un mar de tempestades sin sentido
y construiste una balsa para nuestras sombras,
dos sombras que no saben buscarse sin encontrarse
que se abrazan en un ruido que ensordece al resto
Y me apodaste Luz,
me aportaste tanto que no podía aguantar más peso y tuvimos que hacer más espacio
Y construimos una casa imaginaria donde poder escapar sin hacer mucho ruido
Recogiste estrellas en noches sombrías solo para iluminarme con ellas
Solo para devolver un atisbo de todo lo que nos sumábamos
No consigo acostumbrarme a no tener esa mirada cuando apartaba la mía
Aquí me tienes, de par en par
Sin candados en los labios,
Sin cerraduras en este alma que fue tan mía como tuya
Tan mía como tuya
No sé que hacer con los huracanes de recuerdos que se anidan en mi pelo
si aún sienten tu aliento en mi nuca
si aún la piel se me eriza y vuelve braile
si aun son sin tan siquiera ser
El tiempo pasa suave y lento,
dejando hendiduras en mi cintura con sabor amargo
con sabor a nostalgia, con sabor a mar
Tienes el rostro del Adiós mas bonito que he visto en mi vida.