Y te das cuenta ,en aquel maldito reflejo
de cómo le miras
te das cuenta de la cara de estúpida que se te pone al contemplarlo
de lo bien que quedamos en ese marco, los dos
cada uno contemplando al otro, y llenándose el pecho
Las sonrisas que se te escapan cuando te agarra la puta mano
Y sientes esa electricidad, recorrer cada maldito poro
Malditas chispas
Y darte cuenta de que te lee como si fueses un libro,
interesante y contemplativo -me observa
Y yo me dejo observar, porque me atrapa
y ni si quiera hago el amago de querer huir, no me apetece
No me apetece si no es al fin del mundo y agarrada a su mano
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