con la que arranca aquella piel de gallina
Esa tempestad que provoca cuando hunde sus dedos en mi cabeza y me arrastra hacia él
hasta perderme, hasta perdernos.
Es jodido intentar explicar, intentar hacer sentir todo lo que levanta con una sola mirada
con un leve roce de mejillas
con un solo suspiro profundo,
frente con frente
Es difícil explicar lo que se siente cuando notas sus pulmones llenarse
con tal puta fuerza
que parezca que va a estallar en tu cara, y yo expectante,
con sonrisas de oreja a oreja
dibujadas a mano alzada y con suma delicadeza
Entonces es cuando caigo,
rendida, y me dejo llevar por sus mares embravecidos
por sus tempestades mezcladas con neblina
por aquel canto de sirenas
embaucador, y a la vez ensordecedory me pierdo, y se pierde. Y nos perdemos
En mitad de la nada,
me siento en mitad de la nada.
Pero me reconforta el girar la cara,
y vislumbrar tras mi melena roja, que sigues ahí.
Agarrado a mi cintura
y estoy en paz.
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