viernes, 6 de febrero de 2015

Hado, destino o suerte

Llevo conmigo la seguridad de que el presente nos quema
mientras el pasado hiela nuestras ideas
El futuro, a su vez, no es más que una utopía que se desangra en nuestro cuerpo
 La mente pensante arde 

Los acaricia, y nos fundimos


Como lo harían dos cuerpos, 
perdidos en el mundo 
congelados por el pasado
Ingenuos cuerpos que,
(Si no consiguen que sus ideas superen sus miedos) 

terminan por convertirse en una masa de caricias que no puede despegarse de la cama

Pero, nuestros labios solo deberían probar nuestras lágrimas
Solo deberían besar el cuerpo si este ya está deshecho deforme
Somos viento.

Imprevisible.

Nuestro sino, nuestra forma de llevar los cambios de rumbo,
No son mas que existencias vacías,
Mentes e ideas huecas que nos recuerdan que debemos mantener el rumbo hacia adelante

El cerebro atormentado se derrama entre nuestros dedos
mientras comparten odio,
se abrazan, a medio camino de sus vidas
No hay error o acierto en sus (nuestras) acciones
para fundirlo con el calor humano
y reconstruirlo mediante amor antes de volver a deshacerlo
y sin finalidad determinarán al final el tono que cobrarán los matices del día a día.
No hay obstáculo, no hay lucha entre los tiempos de nuestra vida

no hay fantasmas del pasado.

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