viernes, 22 de septiembre de 2017

Cariño, tenemos que hablar

Hoy el viento ha decidido despertarme de madrugada,
ha decidido posarse sobre mi pecho
y ejercer presión en tu nombre
Ha decidido, el muy cabrón,
provocar ventiscas en mis huesos y tormentas que hielan mis mejillas

Me ahogo en penas y las combato con olvidos,
he aprendido a pellizcos                    sin el  "-te" por detrás
                                          a respirar
                                          a sonreír
                                          a abrazar

Tampoco quiero mentir y cubrirme de candados los muslos, 
porque un día la misma Luna miró nuestro pasado por encima del hombro 
Y
joder
he de confesarte con whisky en las venas que (nos) echo de menos.

Mis breves lunares te lloran más que mis propios ojos
y no tengo claro aún si hace bien o mal,
no me tomo en serio los latidos que me salto, no vaya a ser que desmoronen las murallas
que con todas esas lágrimas saladas me costó construir  
No vaya a ser que los planetas y el karma vengan con ganas de venganzas por todo eso de habernos dejado

No puedo decirte que estoy rota -porque no lo estoy-pero lo estaba.
                                             

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