martes, 26 de septiembre de 2017

Como abrazar un cactus

Hay atardeceres que no se despegan del pecho 
Sonrisas que yacían dormidas​ sobre mis pupilas 
Me da por abanicarlas en noches calurosas de ventanas abiertas de par en par 
Ruidos sordos en aquella cama llena de arrugas 
Arrugas que se arraigaron a mi esqueleto cuando te vi marchar aquella madrugada 
Hoy la brisa me trajo antojo de ti 
Y no le supe decir que no,
te busqué en otros brazos sin lograrlo

Y la muy cabrona me dió la espalda sin antes susurrarme 4 palabras como puñales: 



No volverás a sentirlo 

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