miércoles, 6 de septiembre de 2017

Cuando la niebla te cala hasta los huesos

Y un día te paras a echar cuentas
Vas sumando y dividiendo sonrisas de cualquier jirón 
Y caes en que extrañas, 
en que extrañas mucho 
En que te has vuelto un ánima emocional de épocas pasadas sobreviviendo en labios ya lejanos 
De almas que no volverás a sentir sobre la piel 
que no volverás a abrazar,
ya porque se fueron a otros mundos para no volver 
o porque descargaron todas sus balas sin poder disparar por más tiempo 
te has quedado descubierta 
Con mil cristales alrededor sin saber cómo comenzar a recogerlos sin cortarte demasiado, 

siempre más de atajos que de escaleras 

regando sonrisas con la poca alma que te queda 
Vas vagando entre sonrisas ajenas con la careta de la sabiduría y cordura impuesta
cuando no te queda ninguna pared a la que subirte por las noches 
No queda agua en los floreros al que recurrir en su ausencia 

Y te quedas anclada cada noche mirando al cielo en dirección su constelación

Esperando una respuesta,
un hilo de cordura a toda esta mierda
Y solo estás tú
tú y tus grietas
Quieta, mientras el mundo va a toda ostia 
y tú, sin poder remediarlo echas la vista atrás y solo ves niebla 

Sólo niebla

No hay comentarios:

Publicar un comentario